Brujería tántrica digital: La Sadhana como errores en el código de Mara
- dingirfecho
- 2 sept
- 4 Min. de lectura

De la serie: El motor tántrico del Dharma hipersticional: navegando por el rizoma del vacío en la era de los dioses algorítmicos
Introducción
En la teoría del arte digital, The Glitch Moment(um) de Rosa Menkman Describe cómo los errores y las rupturas (fallos) pueden abrir nuevas formas de percibir los sistemas. Un "fallo puro" es una ruptura accidental sin propósito; un "fallo posprocedimental" es cuando esa interrupción se reapropia y se transforma en significado.
En el budismo tántrico, ocurre algo similar: nuestros hábitos —los patrones que crean el samsara— se alteran deliberadamente en la práctica. Estas fallas en el código de Mara no destruyen la realidad, sino que la exponen, revelando la arquitectura oculta de la mente y abriendo nuevas posibilidades de liberación.
El siguiente diálogo con Lama Sherab explora esta intersección: la estética glitch y la sadhana tántrica como actos de brujería, disrupción y renovación.
Diálogo
Anfitrión (Lama Fede): Bienvenidos a todos a otra sesión de El Motor Tántrico del Dharma Hipersticional. La charla de hoy tiene un título tan peculiar como urgente: "Brujería Tántrica con Fallas: La Sadhana como Errores en el Código de Mara".
Nuestro invitado es Lama Sherab. Buenos días, amigo, ¿cómo estás?
Lama Sherab: Estoy bien, gracias.
¿Qué es Glitch Sorcery?
Fede: Empecemos por lo sencillo. ¿Qué es "Glitch Sorcery"? (brujería de fallos / bugs)
Sherab: La Brujería de Fallos se trata de alterar los patrones que moldean nuestras vidas: los hábitos y las narrativas que perpetúan el samsara. Al crear o exponer un fallo, interrumpimos esos ciclos.
En algunas formas de brujería, los fallos se aprovechan para obtener poder. En el tantra, el propósito es diferente: devolver el poder a quienes lo han perdido, redirigir la energía hacia la liberación.
Fede: ¿Entonces es re-empoderamiento?
Sherab: Exactamente.
“El fallo es el momento en que un sistema se descompone y revela su presencia.” — Rosa Menkman, The Glitch Moment(um)
Sadhana como falla
Fede: ¿Cómo es que la sadhana tántrica se convierte en brujería?
Sherab: La sadhana surge de los sutras y el abhidharma, donde el Buda explicó que el mundo está tejido por hábitos. Estos hábitos forman manchas ( kleshas ) que perpetúan el samsara.
La brujería de fallas usa los mismos patrones, pero los vuelve contra sí misma. Imagina conectar algo demasiado potente a una red eléctrica: el sistema se cortocircuita. Eso es lo que sucede cuando manipulamos el samsara. Lo desmantelamos y lo reconstruimos desde la perspectiva de la liberación.
Siempre local
Fede: Pero cuando dices “reconstruir el mundo”, ¿te refieres a este mundo o a alguna otra dimensión?
Sherab: Siempre este mundo. No hay paraíso lejano. Cuando nos elevamos como la deidad, nuestros vecinos, familiares y amigos son el séquito. Nuestro hogar es el palacio, nuestras montañas locales son el suelo del mandala. El tantra siempre es local.
Rosa Menkman y el momento Glitch
Fede: Eso me recuerda a Rosa Menkman, la teórica de los medios que escribió The Glitch Moment(um). Ella habla del «glitch puro» —rupturas accidentales sin utilidad inmediata— y del «glitch posprocedimental», donde el glitch se subvierte y adquiere un nuevo significado.
¿Dirías que la brujería tántrica funciona de esa manera?
Sherab: Absolutamente. En la sadhana, tomamos las fallas del samsara y las subvertimos, convirtiéndolas en puertas de acceso al empoderamiento. Es incómodo, incluso impactante, pero esa incomodidad es precisamente el punto. Menkman demostró cómo en el arte, las fallas revelan sistemas ocultos; en el tantra, revelan las arquitecturas ocultas de la mente.
“El fallo no tiene esencia; siempre está relacionado con el sistema que corrompe.” — Rosa Menkman
Naropa y la interrupción de las expectativas
Sherab: Hay una historia famosa: Naropa le dice a Marpa que entre en una ciudad abarrotada y grite insultos a los desconocidos. No como crueldad, sino como entrenamiento: para observar cómo surgen las reacciones, para ver el vacío en movimiento.
Es peligroso prescindir del contexto, pero la idea es clara: el samsara se nutre de las expectativas. Rompe las expectativas y verás el código que subyace al mundo.
Fede: Así como el “momento de falla” de Menkman, que revela el sistema al romperlo.
Sherab: Exactamente.
“La falla es una ruptura, un cambio de percepción que nos hace cuestionar nuestra relación con la tecnología, con los sistemas y con el control”. — Rosa Menkman
Transmisión y el riesgo del “síndrome del protagonista”
Fede: Has dicho que la transmisión es vital. ¿Por qué?
Sherab: Porque el tantra no es algo que se pueda hacer uno mismo. Necesitamos la tríada:
Abhisheka (empoderamiento), que revela nuestra verdadera capacidad.
Agama (escritura), el mapa de la práctica.
Upadesha (instrucción oral), la explicación sincera de dónde está el problema.
Sin esto, la práctica se desploma en el individualismo. Ese es el peligro que vemos en movimientos como la manosfera: comienzan con el empoderamiento, pero terminan en un egocentrismo tóxico. El mismo riesgo existe en el tantra cuando se practica en solitario. El tantra siempre es relacional.
Cierre
Fede: Entonces, ¿el tantra sin comunidad no es realmente tantra?
Sherab: Así es. Se puede imitar, pero el tantra es esencialmente conexión. Vive en la relación: maestro, alumno, comunidad.
Fede: Hermoso. ¿Algunas palabras finales?
Sherab: Sí: que todos encuentren la falla. Los patrones del Samsara se están estrechando: los recursos y el poder se concentran en torno a los individuos. Pero las fallas abren el código. Juntos, podemos reescribirlo.
Fede: Gracias, Lama Sherab. Y a todos los que nos escuchan, recuerden que estaremos en Portland este septiembre para el Mara Roast. Que Portland siga siendo un lugar peculiar y acompáñennos de nuevo esta semana para explorar la Prisión de Hierro Negro.



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